Según la tradición, para que la ruda cumpla su función mágica debe ser tomada de un
jardín ajeno;
robada o
regalada, o en todo caso adquirida en algún negocio; también podemos tener nuestras propias plantas de ruda a partir de semilla o gajo. Lo importante es transmitir a esta planta nuestra propia energía positiva, y evitar hacer algún sortilegio o hechizo con ruda si estamos pasando por un mal momento, de depresión, ira o indiferencia. La planta de ruda se debe cuidar pero no estar todo el tiempo encima de ella; debe estar en un rincón del jardín, en un lugar que reciba mucho sol, a la izquierda del jardín si es macho y a la derecha si es hembra. Las rudas se diferencias por el tamaño y forma de las hojas; la ruda macho tiene hojas más grandes y anchas. Una vez preparada la planta de ruda, si vemos que se seca no debemos intentar revivirla, simplemente el sortilegio está haciendo efecto y la planta está absorbiendo todas las malas energías del ambiente. Cuando se seque completamente simplemente la reemplazamos por otra.
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